lunes, 18 de abril de 2011

Salus in periculis

SALUS IN PERICULIS: SALUD EN LOS PELIGROS. Esta inscripción se la pusieron a la Virgen junto al puente, ya que este se habia destruido numerosas veces.

Cafeteria Legis

Lex-legis es la misma palabra significa Ley. Lex es nominativo y legis genitivo

domingo, 17 de abril de 2011

Cafetería Athenas


La historia de Atenas se extiende más de 3000 años, lo que la convierte en una de las ciudades habitadas más antiguas. Durante la época clásica de Grecia, fue una poderosa ciudad estado que tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la democracia También fue un centro cultural donde vivieron muchos de los grandes artistas, escritores y filósofos de la Antiguedad. Estas contribuciones de Atenas al pensamiento de su época tuvieron una gran influencia en el desarrollo de Grecia, de Roma y de la cultura occidental.
Atenas es una de las ciudades más ricas en restos arqueológicos de extraordinaria importancia, de los cuales el más famoso es el Partenón en la Acrópolis. Además de construcciones de la época clásica griega, también se conservan monumentos romanos y bizantinos, así como varias construcciones modernas notables.

Viriato Seguridad

Viriato fue caudillo de la tribu lusitana que hizo frente a la expansión de Roma en el territorio comprendido entre el Duero y el Guadiana, incluyendo aproximadamente lo que hoy es parte de la provincia de Zamora. No se sabe si nació en España o Portugal. La mayor parte de su vida y de sus campañas guerreras forman parte de la leyenda tejida en torno a su persona. La única referencia de su tribu nativa está en Diodoro Sículo, que la sitúa en la costa lusitana. Los romanos lo acabaron reconociendo como dux lusitanorum (líder de los lusitanos).
Viriato se lanzó contra el ejército romano para retroceder cuando los romanos se preparaban para el combate. Aprovechando el desconcierto creado por la iniciativa los lusitanos pudieron romper el cerco por varios puntos simultáneamente. La victoria lograda por Viriato le dio el mando de la confederación de tribus y durante varios años lucharon a sus órdenes.

Gimnasio Heracles

Heracles pasaba por ser hijo de Alcmena y Anfitrión, pero su verdadero padre fue Zeus: el dios para satisfacer el deseo que Alcmena le inspiraba, aprovechó que su marido estaba ausente, se hizo pasar por él adoptando su imagen y en una larga noche de amor concibió al héroe más grande de Grecia.
La diosa Hera, al enterarse, montó en cólera; cuando Zeus anunció que haría rey de Argos al niño de su estirpe que iba a nacer ese día, Hera le hizo jurar solemnemente que cumpliría su anuncio, ya que había concebido el siguiente plan: hizo que la esposa de Esténelo diera a luz un hijo prematuro y envió a su hija Ilitía para retardar el parto de Alcmena. Zeus, al ver que no sería Heracles quien reinaría en Argos, sino su primo Euristeo, sintió un gran dolor.
Heracles dio muestra de su enorme fuerza cuando, siendo un bebé, estranguló dos serpientes que Hera le mandó a la cuna. Más tarde, su maestro Lino le castigó por su indisciplina y, Heracles le dio un golpe tan fuerte que lo mató. A los 18 años ya sobresalía por su estatura y corpulencia. Su primera hazaña consistió en dar muerte a un león que causaba grandes estragos en la región del monte Citerón. En los 50 días que tardó en cazarlo y matarlo, dio muestras de su gran virilidad: Heracles se había instalado en el palacio del rey Tespio, quien, deseoso de emparentar con un hijo de Zeus, cada noche ordenaba a una de sus 50 hijas que se metiera en la cama de su huésped. Heracles, fatigado después de un día de caza y rodeado de oscuridad, creía que siempre era la misma mujer. De estas uniones nacieron los 50 Tespiadas.
Heracles había conseguido poner fin al tributo que los tebanos pagaban al rey de Orcómeno. En agradecimiento, Creonte, rey de Tebas, le dio en matrimonio a su hija Mégara. Ambos vivían felices en Tebas y fueron padres de tres hijos. Heracles pasaba la mayor parte del tiempo fuera, prestando su ayuda a quienes se la pedían.
En una de sus ausencias, Lico dio muerte al rey Creonte y se apoderó del trono de Tebas. Cuando Heracles regresó, mató a Lico y, mientras se preparaba para ofrecer un sacrificio de agradecimiento a Zeus, sucedió algo terrible: su rostro se descompuso, sus ojos se inyectaron en sangre y de su boca empezó a salir espuma. Entonces, confundiendo a sus propios hijos con los de Eristeo, preparó el arco para dispararles. Llenos de terror, los niños buscaron refugio: uno, entre la túnica de su madre; otro, detrás de una columna; y el tercero, bajo el altar. Heracles dirigió su arco al niño que se escondía tras la columna y la flecha le alcanzó en el hígado. Buscó entonces al que se había escondido debajo del altar y, a pesar de que el niño levantando sus manos le gritaba "Padre querido, no me mates. Soy tu hijo, no el de Euristeo", Heracles, con la mirada salvaje, le golpeó con su maza en su rubia cabeza rompiéndole el cráneo. Mégara, aterrorizada, se metió en el palacio con su tercer hijo. Pero Heracles arrancó las puertas y abatió con una sola flecha a la madre y al hijo. Y ya se lanzaba para matar a Anfitrión, cuando apareció Atenea y, arrojando contra su pecho una piedra, detuvo su furia asesina y lo sumió en un sueño.
Cuando despertó y vió lo que había hecho, la más negra desesperación  se apoderó de él y cayó en una profunda depresión, hasta que llegó el rey Teseo y le convencio para que se fuera con él a Atenas. Allí, tras purificarlo de sus crímenes, le aconsejó que fuera a Delfos para consultar que debía hacer para expiar la muerte de su familia.